No podemos negar que a todos nos gusta sentirnos cómodos, tranquilos, saber que dominamos la situación. Tendemos a dedicar nuestro tiempo a aquellas actividades que sabemos que podemos realizar bien, y en las que destacaremos. Es decir, no queremos salirnos de nuestra zona de confort. Pero, ¿qué es exactamente esa "zona de confort"?
Pues bien, ésta es un estado psicológico, mental, en el que una persona se siente segura porque conoce a la perfección todo lo que le rodea: el entorno, las habilidades requeridas, las acciones que tendrá que realizar... Tu rutina, tus hobbies o tu campo de estudio forman parte de tu zona de confort.
Entonces, si nos sentimos tan cómodos dentro de ese círculo donde todo nos sale bien, la pregunta es: ¿Por qué abandonarlo?
La respuesta es muy sencilla: ¿Y POR QUÉ NO?
Necesitamos darle emoción a nuestra vida. Está muy bien que leamos si nos gusta, que compitamos en un deporte si somos buenos, o que cantemos en un coro si tenemos buena voz, pero HAY QUE SALIR de la zona de confort. Apúntate a clases de eso que nunca te has atrevido a hacer, prueba deportes de riesgo, practica actividades que nadie diría que van contigo; escapa de tus propias barreras.
Y es que, cuando nos encontramos en situaciones completamente desconocidas, ¡hay tantas cosas que podemos descubrir! Las nuevas experiencias nos hacen crecer como persona, encontrar habilidades escondidas y tener las ideas más disparatadas. ¿Y si no va bien? Pues a probar con otra cosa. Hay miles y miles de opciones esperándonos fuera de nuestra burbuja.
Ahora pongamos un ejemplo a lo grande. Y qué mejor ejemplo que la anécdota que contó Steve Jobs en su discurso en la universidad de Standford en 2005. En ella nos cuenta cómo se apuntó durante sus años de estudiante a un curso de caligrafía por simple curiosidad. Y ese curso que aparentemente no iba a servirle de nada, lo utilizó diez años después en el magnífico diseño tipográfico del Mac, primer ordenador con tipografías bellas.
Así es que, ya es hora de decir adiós a nuestra zona de confort y comenzar a probar cosas nuevas. Porque hay demasiado por vivir, ver y aprender, y sería absurdo conformarnos solo con aquello que conocemos.
Yo estoy descubriendo el mundo del teatro, ¿qué vas a hacer tú?